viernes, 8 de marzo de 2019

Sin título 7. Desconstrucción

Cuando supo intuir el momento de despedirse, mentón desprendido, contemplación asintótica, moral desahuciada, recurrió, envalentonado, a la blasfemia, afrenta primaria, basta, soez; qué emplear sino, gritó sofocado, víctima de su propio arresto, de sus osadías, cómo alejarme indolente sin presentar recurso verbal alguno, sin proclamar justas alegaciones de improcedencia, suerte, aun disimuladas, de fatuas pataletas; corolarios, ocultos tras el morboso instrumental, sobre anhelos abortados, para mañanas depuestas en jactancia; arrojados cefalorraquídea, sináptica y neuronalmente como continuas y cadentes actualizaciones de resistencia, sacrificados como contingentes de defensa ante hordas de inexorable implementación, asoladoras, dichosas con sus maltraídas impunidades, de inmunidades en depresión, golpeadas por infecundas impotencias. Elaboró el anatema, zafio, improcedente, moldeándolo al gusto, y, con la pícara mueca con la que siempre anunciaba el sarcasmo y la provocación, elevó su voz, traducida en honda acústica y, ante el desconcierto de la horda atacada, endosó una tumultuosa “la concha de tu madre”, manumisora.
Blasfemia,
suerte instrumental de actualización de impotencias;
la elevo.
Cuando supo intuir el momento de despedirse recurrió, envalentonado, a la afrenta; qué emplear sino, gritó sofocado, cómo alejarme indolente sin presentar recurso verbal alguno, sin proclamar justas alegaciones de improcedencia. Elaboró el anatema y, con la pícara mueca con que siempre anunciaba el sarcasmo y la provocación, ante el desconcierto de la horda atacada, endosó una tumultuosa “la concha de tu…”.
Mentón desprendido,
contemplación asintótica,
moral desahuciada,
primaria, basta, soez;
víctima de su propio arresto,
de sus osadías,
aun disimuladas,
de fatuas pataletas.
Corolarios,
ocultos tras el morboso,
sobre anhelos abortados,
para mañanas puestas en jactancia;
arrojados cefalorraquídea, sináptica y
neuronalmente,
como continuas y cadentes
¡es de resistencia!
Sacrificados
como contingentes de defensa
ante hordas;
inexorable implementación,
asoladoras,
dichosas con sus maltraídas impunidades,
de inmunidades en depresión,
golpeadas por infecundas.
zafio,
improcedente,
moldeándolo al gusto;
su voz,
traducida en honda acústica
y madre manumisora.

Violante Landeiro

No hay comentarios: